1ra parte de Ana Blu...(es un borrador quizas lo modifique)
Ana blu no sabe que es un personaje, de momentos me mirá perpleja analizandome, queriendo meter su mirada como un microscopio en mis pensamientos. ¿Por qué he de ser un personaje? Me ha preguntado muchas veces con recelo y algo de profunda tristeza.
Ella cree que no la tomo en serio, me mira con rabia e impotencia, claro, ¿Qué puede hacer ella para que no escriba que es un personaje?. Ana Blu, no tiene edad, a veces es tan joven como una niña pueril que llora por dulces, besos y abrazos con sabor a mamá, a veces es tan joven como una adolecente que se estremece ante las sencillas y comunes frases en acento romance de algún muchacho normal que esta en calle “Bonjour. Comment êtes-vous aujourd'hui ma dame douce ?” ella nunca las entiende, pero da dos supiros, se traga las palabras y esta enamorada.
A ella le gusta pensar que el mundo es un bonito lugar para enamorarse de todo, aunque asi no lo sea.
Es tan vieja, que a veces le duelen los hueso, tiene enfermedades cronicas que solo resaltan en la vejez, la vejez prematura de la que ella sufre; es tan vieja a veces como vetusta morla, da vueltas a tu cara y a tu mundo cuando te habla, cuando de vez en cuando es sabia.
El problema es que cuando piensa y habla, se le mezclan sus tres edades y no sabe como decidir, las opciones y elecciones le parecen insolitas por eso solo calla, o llora…lo más sabio y grande que sabe hacer ana blu es que a veces envuelve sus discursos sabios en mocos aguados, hace una bolita con entre sus dedo indice y pulgar de su mano derecha y lo echa al vacio, cuando esto pasa todos quedan maravillados resurgen clubs de lecturas, películas sobre eso, premios, pulitzers, resurgen fans, religiones, lo hablan en clase de filosofia y otras cosas, lo hablan aquellos que siempre tienen cofres verdes en las manos y en la boca.
Es una maravilla cada vez que ella deje caer el moco sabio, como le solemos decir. De vez en cuando, yo también me asombro con ello, en uno de esos discursos me decía que eso del “moco sabio” suelen hacerlo los nobeles, los grandes directores de cine, todos esos famosos a los que la gente alaba. Aunque me gustan más los mocos aguados de Ana blu, son azules y sinceros, me gustan mucho más cuando se me quedan poco tiempo pegados en la cabeza.
Ella cree que no la tomo en serio, me mira con rabia e impotencia, claro, ¿Qué puede hacer ella para que no escriba que es un personaje?. Ana Blu, no tiene edad, a veces es tan joven como una niña pueril que llora por dulces, besos y abrazos con sabor a mamá, a veces es tan joven como una adolecente que se estremece ante las sencillas y comunes frases en acento romance de algún muchacho normal que esta en calle “Bonjour. Comment êtes-vous aujourd'hui ma dame douce ?” ella nunca las entiende, pero da dos supiros, se traga las palabras y esta enamorada.
A ella le gusta pensar que el mundo es un bonito lugar para enamorarse de todo, aunque asi no lo sea.
Es tan vieja, que a veces le duelen los hueso, tiene enfermedades cronicas que solo resaltan en la vejez, la vejez prematura de la que ella sufre; es tan vieja a veces como vetusta morla, da vueltas a tu cara y a tu mundo cuando te habla, cuando de vez en cuando es sabia.
El problema es que cuando piensa y habla, se le mezclan sus tres edades y no sabe como decidir, las opciones y elecciones le parecen insolitas por eso solo calla, o llora…lo más sabio y grande que sabe hacer ana blu es que a veces envuelve sus discursos sabios en mocos aguados, hace una bolita con entre sus dedo indice y pulgar de su mano derecha y lo echa al vacio, cuando esto pasa todos quedan maravillados resurgen clubs de lecturas, películas sobre eso, premios, pulitzers, resurgen fans, religiones, lo hablan en clase de filosofia y otras cosas, lo hablan aquellos que siempre tienen cofres verdes en las manos y en la boca.
Es una maravilla cada vez que ella deje caer el moco sabio, como le solemos decir. De vez en cuando, yo también me asombro con ello, en uno de esos discursos me decía que eso del “moco sabio” suelen hacerlo los nobeles, los grandes directores de cine, todos esos famosos a los que la gente alaba. Aunque me gustan más los mocos aguados de Ana blu, son azules y sinceros, me gustan mucho más cuando se me quedan poco tiempo pegados en la cabeza.
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