:::LLueve hoy:::
Hoy llueve un poco más,
Aunque no es casualidad, es como un homenaje
A mi soledad tardía.
La ciudad recupera su olor natural.
Parezco un perro en auto; saco la cabeza por la ventana del bus
Para que las gotas me golpeen los parpados,
Los labios, las mejillas
La conciencia.
Cuando llueve el tabaco huele mejor,
Dan ganas de masticarlo un poco
También, cuando llueve, salgo del caparazón
Y soy más yo y menos lo que quiero ser,
Me da como esa depresión de todas las
Cosas que son y que no son,
No sé la verdad, cual de las dos me duele más.
El problema cuando llueve, como hoy,
Es que yo amanezca con mis emociones
Y sensaciones mordiéndome la razón,
Y que justo cuando comienzo a caminar
Es que comienza a llover.
Eso sí que no es bueno, porque así,
Comienzo a romper todos los espejos de tu casa
Todos los vidrios de mi habitación,
Todos los destellos de la ciudad.
Y me orino los arbustos,
Y me escurro por debajo de las puertas.
Y lloro en las calles,
Y me digo: esta soy yo, sola y abandonada,
Esta soy yo, la que tú no ves, la que no conoces
La que no consuelas,
La “yo” a la que no abrazas cuando va por la calle llorando
La “yo” a la que no besas cuando se le caen los ojos
La “yo” más pura, la que más te quiere, la que más te piensa
La “yo” a la que nadie conoce, ni ama cuando “hace su
Balada del mal genio”
Cuando llueve me dan ganas de correr desnuda
De gritar, de gritarte tantas cosas
De insultarte,
De pegarte
Cuando llueve quiero decirte tantas verdades que no me vas a creer
Me dan ganas de hacer que reacciones,
Obligarte a abrazarme
Cuando llueve me dan ganas de hacer el amor
De abrazarme tanto a tu cuerpo que ya no lo sientas.
Tengo algo tan corrompido hoy
Con todos y con la lluvia, y con ese
Pedazo de cielo que no me mira.
Quisiera sacudirme la tristeza como si fuera arena
Tomarme un trago fuerte y hacer la cara, esa cara de limón
Con vinagre y olvidarme por unas horas que mi tristeza
Puede causarme daños asombrosos.
Todavía llueve y creo que puedo dormir
Un poco más, quizás dos horas, tres horas,
Las que sean necesarias para apartarme de mí.
Quizás sueñe contigo,
Espero que esta vez sea algo mejor,
Algo que no dañe mi despertar.
Despertaré escuchando las gotitas sobre el techo
No esa voz del mas allá, no esa voz extraña,
No mi corazón roto, ni alegrías de otros,
Despertaré junto a las gotas, quizás, una me golpee
Nuevamente el parpado.
Aunque no es casualidad, es como un homenaje
A mi soledad tardía.
La ciudad recupera su olor natural.
Parezco un perro en auto; saco la cabeza por la ventana del bus
Para que las gotas me golpeen los parpados,
Los labios, las mejillas
La conciencia.
Cuando llueve el tabaco huele mejor,
Dan ganas de masticarlo un poco
También, cuando llueve, salgo del caparazón
Y soy más yo y menos lo que quiero ser,
Me da como esa depresión de todas las
Cosas que son y que no son,
No sé la verdad, cual de las dos me duele más.
El problema cuando llueve, como hoy,
Es que yo amanezca con mis emociones
Y sensaciones mordiéndome la razón,
Y que justo cuando comienzo a caminar
Es que comienza a llover.
Eso sí que no es bueno, porque así,
Comienzo a romper todos los espejos de tu casa
Todos los vidrios de mi habitación,
Todos los destellos de la ciudad.
Y me orino los arbustos,
Y me escurro por debajo de las puertas.
Y lloro en las calles,
Y me digo: esta soy yo, sola y abandonada,
Esta soy yo, la que tú no ves, la que no conoces
La que no consuelas,
La “yo” a la que no abrazas cuando va por la calle llorando
La “yo” a la que no besas cuando se le caen los ojos
La “yo” más pura, la que más te quiere, la que más te piensa
La “yo” a la que nadie conoce, ni ama cuando “hace su
Balada del mal genio”
Cuando llueve me dan ganas de correr desnuda
De gritar, de gritarte tantas cosas
De insultarte,
De pegarte
Cuando llueve quiero decirte tantas verdades que no me vas a creer
Me dan ganas de hacer que reacciones,
Obligarte a abrazarme
Cuando llueve me dan ganas de hacer el amor
De abrazarme tanto a tu cuerpo que ya no lo sientas.
Tengo algo tan corrompido hoy
Con todos y con la lluvia, y con ese
Pedazo de cielo que no me mira.
Quisiera sacudirme la tristeza como si fuera arena
Tomarme un trago fuerte y hacer la cara, esa cara de limón
Con vinagre y olvidarme por unas horas que mi tristeza
Puede causarme daños asombrosos.
Todavía llueve y creo que puedo dormir
Un poco más, quizás dos horas, tres horas,
Las que sean necesarias para apartarme de mí.
Quizás sueñe contigo,
Espero que esta vez sea algo mejor,
Algo que no dañe mi despertar.
Despertaré escuchando las gotitas sobre el techo
No esa voz del mas allá, no esa voz extraña,
No mi corazón roto, ni alegrías de otros,
Despertaré junto a las gotas, quizás, una me golpee
Nuevamente el parpado.
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